29.1.10

Sobre los gringos decentes

Bajo la entrada “La decencia sí existe”, Roque Nuevo escribió este comentario:
“Que dices que la decencia sí existe en los EEUU lo tomo como un halago de tu parte. Me gustaría debatir las declaraciones del Mike Prysner alguna vez, cuando quieras, pero no voy a abusar de tu paciencia. Sólo te agradezco el halago y el video, que no conocía.”
El enorme Howard Zinn, un gringo decente y maravilloso, se murió este miércoles. Vaya esta respuesta como pequeño homenaje al fallecido.

Roque Nuevo: tengo la arraigada convicción de que todo país está lleno de gente decente, y eso vale también, por supuesto, para Estados Unidos, independientemente de que se trate de un Estado terrorista y depredador (el que ha lanzado más bombas contra civiles durante el siglo XX, por ejemplo).

Se me vienen a la mente estadunidenses destacadísimos a quienes he tenido el privilegio de conocer, como el psicoanalista John Kafka, el abogado Mark Reardon, el lingüista Noam Chomsky, la artista Bertha Jottar, el politólogo Arthur Lipow, el periodista Danny Schechter, la entrañable luchadora social Mae Brooks, ya fallecida... y evoco, también, a muchos otros ciudadanos estadunidenses anónimos pero queridos con quienes mantengo relaciones de amistad, y que se guían por principios de justicia, equidad, honradez, solidaridad... en fin: por la decencia.

Por lo demás, la columna Navegaciones y este blog están repletos de homenajes, implícitos y explícitos, a un montón de gringos maravillosos,de Whitman y Thoreau en adelante.

Gracias, por último, por darme el pretexto para este breve apunte.

2 comentarios:

Roque Nuevo dijo...

¡Gracias por darme las gracias!

No estoy acá por negar la decencia de nadie, por cierto. Bueno... tal vez de los animales que dispararan al futbolista...

Otro gringo muerto ayer: JD Salinger. De seguro fue una persona decente. Como figura de la literatura de los EEUU destaca por ser un recluso. Esto es suficiente señal de decencia para mi cuando los demás artistas están constantemente en público opinando, etc etc. Sus libros marcaron mi juventud, como a generaciones de gringos.

Una observación, sin embargo, de tu lista de gringos decentes: aparte de los artistas como Whitman ¿son todos de izquierda? ¿Uno puede ser guiado por "justicia, equidad, honradez, solidaridad" y no ser de izquierda? [Ojo: no dije "de derecha" aunque los incluyo. Hay otras posiciones políticas en los EEUU aparte de derecha/izquierda]

Ahora que tocaste el tema: ¿para ti, quién es el artista literario quien más admiras de la literatura de los EEUU? Después de leerlos durante cincuenta años, voto por Hemingway—cuando nunca ni siquiera mencionaría su nombre de joven. Él o Fitzgerald. Hemingway inventó el estilo minimalista para la literatura, que en sí fue un estilo gringo—práctico y limpio. Hemingway escribió con el sub-texto de la manera que los japoneses dibujan con el espacio blanco del papel en el sumi-e. ¿Qué opinas?

Otra nota de decencia: dejo pasar lo del "estado terrorista y depredador" etc etc hasta que me invites a debatir contigo. Te admiro demasiado como para causar problemas en tu blog. Ya sabes que no estoy de acuerdo.

Pedro Miguel dijo...

Roque Nuevo:

1. Brindo por el gran Jerome David Salinger. Un apunte: "El mundo de Salinger, portátil pero resistente, posee la gravedad de los diamantes, que rayan sin ser rayados, y el poliedro de sus mil facetas, que hacen de su prosa un diván, una vía láctea y una biblioteca."

2. Varios de los que mencioné no podrían ser catalogados como "de izquierda".

3.Me conflictúa esa clase de preguntas: "¿Cuál es el mejor?" Diantres, viejo, no son récords de ventas, ni rendimientos en la bolsa, ni carreras de 100 metros, ni nada mesurable. Aparte de los que mencionas, admiro enormemente a los poetas Robert Frost, T. S Eliot (aunque se haya vuelto inglés, era gringo) y Sylvia Plath, a los novelistas Kurt Vonnegut y Philip José Farmer, al dramaturgo Edward Albee, a Dorothy Parker...

4. Sé que no estás de acuerdo con mi juicio sobre el carácter terrorista del gobierno estadunidense. Sé que nunca estaremos de acuerdo en ese punto.