24.1.10

Intrigante

Yuri Valecillo me mandó por correo regular un regalo precioso: la Nueva antología de Víctor Valera Mora, poeta venezolano al que yo (ni modo: la burrez) desconocía. Abrí el volumen al azar y lo que leí de inmediato me produjo resonancias, porque resultó ser una suerte de respuesta exuberante y tropical a otro poema, de acentos austeros y sintéticos, que me fue enviado a principios de mes por otra persona. Qué diálogo intrigante. Es como si mis correos (el virtual y el físico) fueran un punto de encuentro entre dos personajes a los que no conozco, y a quienes mi presencia los tiene sin cuidado. ¿Será un mensaje? ¿Qué querrá decir?


RELACIÓN PARA UN AMOR
LLAMADO AMANECER
En la galaxia espiral de Andrómeda existe
un florido planeta donde los ríos no ahogan el mar
donde fuego y hielo queman las contradicciones
Donde no hay necesidad de regreso
Donde 0 x 0 es más que el infinito
Donde los puntos cardinales son más de cien millones
Norte y Lía Sur y Símbalo Espliego y Araceli
Miguel y Adriana Orfeo y Atabal Cedro y Valkiria
Misterio y prodigioso Neón y Asfalto Rosa Ercilia y Dionisius
Antonio y Elena mis pobres padres mis pobres Virreyes de Indias
Mi viaje a Eruopa Este y Adelfa Oeste y Clavicordio
Donde todos viven en éxtasis
Donde nada ni nadie es vil
Donde el sol es anillo y ritual de bodas
donde somos ráfagas de luz y nos desplazamos en silbos
Un planeta limpio y pulido

Donde los enamorados viven en palacios flotantes
Donde Dios tiene un puesto de revistas Mal atendido y mata el
/tiempo

hablando del pasado con Buda y Mahoma y el Vendedor de
/verduras

de la esquina y la gente ya los conoce y la gente cuando pasa dice
“esos cuatro vagos son panita burda”
Donde el hijo de Dios y los ángeles del desenfado
beben el aire de las avenidas sobre sus motos trepidantes
Donde no hay academias militares ni policías ni cárceles ni
/monedas

Donde somos sabios Donde somos buenos
Donde los últimos insidiosos
escaparon por un túnel y cayeron al vacío
Astro paradisíaco amado y defendido
por francotiradores y poetas
Donde la muerte está de capa caída
Donde los hombres son gentiles
Donde las mujeres son ramos de jacintos
de labios y de ojos cambiantes de colores
Un astro moderato cantabile
Donde la noche es vino y alegría hasta el amanecer
Su capital es una ciudad resplandeciente llamada Estefanía
Donde tú tienes señorío Donde eres reina
Ese planeta es mi corazón errante

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